Gran parte de la economía argentina está compuesta por pymes (pequeñas y medianas empresas), muchas de las cuales operan comercialmente como “Sociedad de Hecho”, sin que sus titulares conozcan exactamente las importantísimas consecuencias jurídicas de esa figura legal.
En éste artículo comentaré las dos o tres más importantes.
Hay que empezar diciendo que la sociedad de hecho es una sociedad comercial y se diferencia de las demás que contempla nuestra ley (Sociedad Anónima –SA-, Sociedad de Responsabilidad Limitada –SRL-, etc.) en que no hay contrato ni inscripción ni “papeles” en general.
Es decir, es una sociedad informal y muy común en los negocios familiares o entre amigos.