La pandemia del coronavirus ha provocado y seguirá provocando profundas consecuencias económicas y sociales que incrementarán la litigiosidad, la que a su vez generará múltiples discusiones jurídicas, nuevas legislaciones e interpretaciones de todo tipo en los tribunales, para todo lo cual carecemos completamente de antecedentes.
Por ello parece un momento propicio para reactivar el blog, seis años y más de dos millones de visitas después, y comenzar con una serie de artículos sobre algunas cuestiones que seguramente comenzarán a presentarse.
Empezamos por lo urgente, el reciente decreto 320/2020 que regula algunos aspectos de los contratos de alquileres, respecto al cual cabe hacer algunas precisiones sobre lo que dice y también sobre lo que no dice: