¿Le preocuparía que un funcionario cualquiera pueda decidir en cualquier momento y sin ningún motivo negarle ver a sus hijos, quitarle su casa, encarcelarlo, cerrarle su negocio, impedirle salir del país o simplemente quejarse?
Si es así debe preocuparle, y mucho, la muy mal llamada “democratización de la Justicia”, perversamente impulsada por el actual gobierno nacional.
¿En qué consiste básicamente esta propuesta?
En que nuestra Presidenta pueda decidir libremente que jueces nombrar, no nombrar, echar o no echar.
Más simplemente, hacer depender a los jueces de la voluntad presidencial.
¿Cómo se lograría esto?
Intentaré explicarlo paso a paso.