(Abogado) – Se hizo justicia
(Cliente) – Apele!
Este viejo chistecito jurídico viene a cuento para encarar un tema que parece sencillo pero que tiene sus vueltas, como es el de la apelación de una decisión judicial.
Para empezar por el principio hay que decir que la apelación, técnicamente hablando, es un “recurso”, palabra que en Derecho tiene un significado muy distinto al que le damos vulgarmente.
Básicamente, “recurso” es todo acto mediante el cual quien no está de acuerdo con una decisión judicial pide que se modifique o se deje sin efecto, total o parcialmente.